Funciona en la esfera
de las relaciones oficiales en la sociedad, sirve de medio de comunicación
entre los órganos del poder y los ciudadanos, entre oficinas, organizaciones
y grupos de gente, así como entre estados en las ramas de relaciones políticas,
económicas y culturales, tiene tres subsistemas: jurídico, administrativo y
diplomático. Para el estilo oficial español
son característicos los siguientes rasgos distintivos: exactitud, precisión,
impersonalidad, ausencia de emoción y expresividad, carácter arcaico,
tradicional, estandartizado y concreto. Para el discurso oficial, sobre
todo el de los subestilos jurídico y diplomático, el ritmo acelerado es
inadmisible por entrar en contradicción con el contenido de los documentos
oficiales donde no hay nada secundario y cada elemento de la frase es de igual
importancia.
El ritmo medio, el más neutral, barrea la impresión de solemnidad
e importancia que debe quedar al leer los documentos. Debido a esto en
la esfera de la comunicación estudiada se considera funcionalmente admisible
el ritmo retardado con una entonación estable y uniforme. En la rama de morfología
los subestilos del habla oficial tienen tantos rasgos comunes como distintos.
Se observa la abundancia de sustantivos que substituyen el verbo o acción
verbal.